viernes, 28 de abril de 2023

Posmodernismo, la Enfermedad del Siglo.

 El término posmodernismo lo escuchamos muy frecuentemente cuando alguien se refiere a sucesos que ocurren en nuestra sociedad. Sin embargo nadie puede definirlo de manera sencilla, aunque nosotros entendemos perfectamente a lo que se refieren cuando citan este término. 



El día de hoy trataremos de explicar qué es el pos modernismo, así como sus pros y sus contras para tener una idea más clara de este fenómeno social. 


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Hoy presentamos ¿Qué es el posmodernismo? La enfermedad de nuestro siglo. 


El posmodernismo es este villano invisible. Que pareciera salido de un cuento de terror de Lovecraft. De terror cósmico, terror de lo invisible. Como la radiación de Chernobyl que no la vemos pero que tarde o temprano nos atraparía. 


No lo vemos, no lo entendemos, pero cuando ataca lo identificamos de manera inmediata.


¿Qué es el posmodernismo?


El posmodernismo es un movimiento cultural, artístico y filosófico, que rompe con las características del modernismo. En este sentido, estableciendo como nuevas formas de comportamiento el consumismo y el individualismo. También se opone a la lógica y a la razón.


Es una corriente filosófica que cuestiona la modernidad y propone una nueva forma de entender el mundo y la realidad. Algunos autores sostienen que se opone radicalmente a la modernidad, mientras que otros lo ven como una evolución del pensamiento moderno. 


También surge a raíz de la crisis global, ya que se abandona la fe en las utopías y en un futuro mejor, adoptándose en su lugar una actitud de desencanto y una mayor valoración del presente.


La globalización y la tecnología han sido clave en la creación de un nuevo paradigma. La globalización, que se intensificó con la caída del Muro de Berlín y el fin del comunismo, ha permitido expandir y fortalecer el modelo capitalista y de consumo en gran parte del mundo. La tecnología, por su parte, ha revolucionado el mundo de la información y ha creado una serie de comodidades sin precedentes.



En cuanto a la ciencia, se ha establecido la eficiencia como el valor supremo. La creatividad se ha devaluado en favor de la máxima optimización de los recursos. Se busca obtener los mejores resultados posibles con el menor dinero posible. Además, debido a la gran cantidad de inversión pública y privada que recibe la investigación científica, se exige una constante rendición de cuentas sobre los recursos y los resultados obtenidos.


Sí, el posmodernismo cuestiona la idea de que existe una realidad natural, objetiva e independiente del ser humano, y sostiene que esta idea se basa en un realismo ingenuo. En lugar de ello, el posmodernismo se basa en el escepticismo o el rechazo a la corriente de la "razón ilustrada", que sostiene que la razón es la fuente principal de conocimiento y verdad. 



El posmodernismo argumenta que el conocimiento y la verdad son construcciones sociales y culturales, y que no pueden ser separadas del contexto cultural y histórico en el que surgen. Por lo tanto, el posmodernismo rechaza la idea de que existe una verdad universal y absoluta.



Características del posmodernismo:


  • En la sociedad actual, el individualismo tiende a primar sobre el bienestar general: las personas tienden a preocuparse más por su propio bienestar que por las necesidades de la comunidad en su conjunto. Además, el consumismo, impulsado por el capitalismo y la creación de nuevas necesidades, se ha vuelto un valor central en las sociedades y las economías.


  • En el posmodernismo, se rechaza la dualidad en el conocimiento y se valora la importancia del lenguaje como clave de la verdad, ya que moldea nuestro pensamiento y depende del contexto. Se da más importancia a la forma de transmitir un mensaje que al contenido del mismo. También se valora más el presente y se promueve el "carpe diem" en lugar del pasado o el futuro. Además, se cuestiona la supremacía de la razón y la lógica, sosteniendo que hay otros saberes que son igualmente válidos.


  • En la sociedad posmoderna, se observa una tendencia hacia la vivencia intensa del presente y la búsqueda de lo inmediato, lo que lleva a una pérdida de importancia del futuro y el pasado. Los individuos buscan diferenciarse de los demás mediante el seguimiento de modas sociales, pero al mismo tiempo tratan de encontrar su propia identidad a través de un proceso contradictorio.


  • Se observa una atracción hacia lo alternativo, como el arte plástico, la música y el cine, y una vuelta a lo místico como forma de explicar los sucesos. Hay una preocupación constante por los grandes desastres y el fin del mundo, y se pierde la fe en la razón y la ciencia aunque se rinde culto a la tecnología. En este contexto, el hombre basa su existencia en el relativismo y la pluralidad de opciones, y el subjetivismo impregna la mirada de la realidad.


  • Se observa también una pérdida de confianza en el poder público, una despreocupación por la injusticia y la desaparición de los idealismos. La ambición personal de autosuperación y la valoración del esfuerzo también desaparecen. En el ámbito de las religiones, se observan grandes cambios y aparecen diversas divulgaciones y creencias. La gente aprende a compartir la diversión a través de internet.




Problemática en el arte


Como podemos ver el posmodernismo se ha dedicado a licuar los conceptos básicos que la razón y la tradición habían acuñado. 


Hoy en día la definición de qué es arte es un tema delicado, ya que de significar el dominio de la técnica, ha pasado a ser cualquier expresión humana por más absurda que esta sea. De la capilla sixtina de Miguel Angel pasamos a la caja de zapatos de Gabriel Orozco, o de Mozart a las letras sin sentido de Rosalia o las letras que hablan de nalgas escritas por Bad Bunny,.


Estos teniendo el mismo valor, ya que el mismo posmodernismo aboga por el relativismo, que cuestiona el sistema de valores y juicios objetivos que realizamos sobre un fenómeno, en este caso el arte. 



De la misma manera afirma que todo es un constructo social, es decir, que la realidad que percibimos es una construcción a partir de los valores, condiciones e ideas preconcebidas de un fenómeno. Aunque sin duda la realidad es juzgada dependiendo de nuestra percepción, hay cuestiones objetivas. Por ejemplo, la composición o perspectiva de un cuadro, es matemática, entonces es objetiva. 



Cuando el posmodernismo cuestiona estos fundamentos objetivos básicos para argumentar relativismo o constructivismo, lo que hace es licuar el significado de los conceptos. ¿Qué es el arte? Ya no se sabe, cada quién puede tener su concepto. ¿Cuál es una obra buena? Ya no hay parámetros objetivos para determinarlo. Nada es verdadero en el posmodernismo, todo es relativo.  


La palabra más acertada para describir este fenómeno, es el término “deconstrucción”. 

Deconstruir lo establecido como manera de ruptura, que no necesariamente esto es malo, el problema es cuando ya no se sabe qué es qué y se enturbian los conceptos. Como ya lo hablamos en el arte, ahora sucede lo mismo con la masculinidad, y términos ambiguos como el género, que por más que se explique nunca queda claro qué es. 


El producto artístico, como podemos ver, es pobre, se premia lo efímero, lo rápido, lo chatarra y lo digerido. 



Esto no significa que los periodos anteriores fueran mejores o peores, ya que todo periodo tiene sus problemáticas. Pero en la cuestión artística es clara la decadencia espiritual. 


La superficialidad del arte es reflejo de los valores actuales de individualismo disfrazado de libertad.  


Hay dos libros claves que nos hablan del estado social. 


"La sociedad del espectáculo" es un libro escrito por Guy Debord, un filósofo y activista francés, en 1967. El libro es una crítica a la sociedad moderna y, en particular, a la forma en que la tecnología y la economía han transformado nuestra relación con el tiempo, el espacio y el trabajo. Debord argumenta que en la sociedad moderna, el poder y la riqueza se han desplazado de la producción a la representación, y que la sociedad se ha vuelto cada vez más dependiente del espectáculo y de la imagen.




El libro se divide en tres partes. En la primera parte, Debord describe cómo el espectáculo se ha vuelto el principal medio de comunicación y cómo ha transformado la sociedad. En la segunda parte, analiza cómo el espectáculo ha contribuido a la alienación de las personas y cómo ha cambiado nuestra relación con el trabajo y el tiempo. En la tercera parte, Debord ofrece su visión de cómo podemos resistir el espectáculo y cómo podemos construir una sociedad más verdadera y más auténtica.


En general, "La sociedad del espectáculo" es un libro provocativo y radical que cuestiona los fundamentos de la sociedad moderna y que sigue siendo relevante y polémico hasta el día de hoy.


Para entender a qué se refiere Debord con el término espectáculo, podemos poner como ejemplo el reality show estadounidense. Los hay de diferentes temáticas, como por ejemplo aquellos que documentan, entre comillas, y romantizan la obesidad mórbida de gente que sufre de condiciones terribles, no solo de salud, sino muchas veces económicas, donde a modo de concurso se le ofrece una operación bariátrica para bajar de peso, si es que esta persona se compromete a seguir las indicaciones de un doctor. Podemos ver como hacen de la tragedia de una persona obesa, un espectáculo para entretener a las masas, que cuando apagan el televisor olvidan y desechan el sufrimiento humano, ya que los medios han desensibilizado al espectador. También tenemos los programas sobre acumuladores compulsivos, donde de igual manera se les promete un premio a cambio de hacer espectáculo de su enfermedad mental. 


Podemos seguir con los realities de las Kardashian, que son famosas por no saber hacer nada. De ahí podemos irnos a la propaganda Hollywoodense donde se adoctrina y se reeduca la mente del mundo completo, haciendo películas sobre guerras patrióticas, o romantizando la esclavitud que ellos mismos ejecutaban. Veamos las películas de superheroes, desde Pantera Negra, Capitan América, o la saga de Rápidos y Furiosos, donde poco importa la historia, la profundidad o un enfoque artístico, lo que importa es la acción, explosiones, efectos especiales multimillonarios y lucir bien en cámara. 


En el deporte tenemos el super tazón, donde es más importante el espectáculo de medio tiempo, donde artistas chatarra fingen cantar a un público falso que montan en el campo de juego. 


Siguiendo con la música, tenemos el ya mencionado playback, lo cual no solo es anti intuitivo sino un contrasentido. ¿Para qué habrías de presentarte en público si no vas a tocar en vivo?


Esto se debe a que es más importante la imagen y el espectáculo que el arte que pueda emanar de una representación en vivo. 


En la publicidad tenemos las más grandes mentiras que imponen para vender productos que en su mayoría son desechables e inútiles. 

Modelos bañadas de photoshop, que venden productos aspiracionales, para que la gente se mantenga anestesiada comprando  y comiendo basura para mantener sus niveles de dopamina. 


En los últimos años ha surgido el fenómeno de los influencers. Ellos ya ni siquiera fingen que cantan o actuan, solamente se paran enfrente de su celular a hablar de nada, mientras venden su imagen a través de contenido. 


Este término, contenido, se refiere a videos, publicaciones o fotos que estos personajes suben a sus redes, pero que por lo general son vacias. 


El vacío es parte intrínseco del posmodernismo. Lo cual nos lleva al siguiente libro.



"La era del vacío" es un libro escrito por Gilles Lipovetsky, un filósofo francés, en 1983. En el libro, Lipovetsky analiza cómo la sociedad occidental ha experimentado un cambio radical en los últimos 50 años y cómo esto ha afectado a nuestra forma de vivir y de entender el mundo.


Lipovetzky argumenta que en la sociedad posmoderna, el conocimiento ha perdido su autoridad y se ha vuelto más difícil distinguir la verdad de la mentira. Además, Lipovetzky sostiene que la posmodernidad ha llevado a una fragmentación de la identidad y a una desaparición de los grandes relatos culturales que nos han dado sentido a la vida.


El libro se divide en tres partes. En la primera parte, Lipovetsky describe cómo la sociedad occidental ha pasado de una sociedad tradicional a una sociedad posmoderna, y cómo esto ha afectado a nuestra forma de vivir y de entender el mundo. 


En la segunda parte, analiza cómo la posmodernidad ha llevado a una fragmentación y a una hiperindividualización de la sociedad, y cómo esto ha afectado a nuestra forma de relacionarnos con los demás y con el mundo. 


En la tercera parte, Lipovetsky ofrece su visión de cómo podemos encontrar un sentido y una dirección en una sociedad que se ha vuelto cada vez más vacía y superficial.


"La era del vacío" cuestiona muchas de las creencias y los valores de la sociedad occidental y que al igual que La sociedad del espectáculo, sigue siendo vigente. 


La mitología, tradiciones y cultura folclórica que dan identidad a un pueblo, y al individuo queda en segundo plano cuando el espectáculo y el superhéroe de las masas despoja de significado al individuo para darle un contenido vacío. 


Más en este momento histórico donde la cultura que prevalece mundialmente es la estadounidense, que a través de la conquista cultural en los medios masivos establece los valores que cada país deberá de seguir. Desgraciadamente, Estados Unidos al ser un país extremadamente joven que arrasó con cualquier cultura en su territorio y robó la otra mitad, no tiene las raíces milenarias de otros países. Como resultado tenemos una cultura que se basa en el consumismo, en el capitalismo rapaz, lo efímero, en lo grandote y lo que sonríe sin razón. 


Aunque tienen aspectos culturales de mucha calidad como el jazz, o alguna parte de su cine, La cultura de Estados Unidos se puede resumir en armas de fuego, la pornografía, centros comerciales, hamburguesas, pantalones de mezclilla, y su vestido típico: el naranja de la cárcel. Su mitología es el capitán América o Superman, que son producto de la propaganda anticomunista del siglo XX. 


El super hombre existe, y es estadounidense.  


Ellos están en la búsqueda y creación de su mitología, sus tradiciones, cocina y vestido, sin embargo, lo que les ha dificultado encontrar raíces profundas es que el tronco de su país es el capitalismo que abrazan y veneran como único dios. 


Esto mancha su creación cultural con los valores amorales y antiéticos del capitalismo, es decir, nunca van a crear un objeto cultural desde una base espiritual o 100% artística, sino que lo harán pensando en productividad. 


Esto sería un problema solamente para Estados Unidos, sin embargo, como ya lo mencionamos, muy aparte de sus conquistas militares, han conquistado al mundo con su cultura y su idioma. Al ser un imperio, la lengua que vale es aquella que se habla en el imperio, así como su moneda por encima de las demás. 


Un niño en Tailandia puede portar una playera de Ironman, mirar a Paris Hilton en la tele, y comer una hamburguesa de McDonalds, mientras él considera a su cultura inferior al no tener todos estos placeres banales. 


Aldo Huxley fue profeta con su libro “Un mundo feliz” donde nos habla de una sociedad intoxicada de comodidades, de placeres y libertades. No habría que quemar un libro, ya que nadie habría de leerlo, todo mundo estaría ocupado en el placer efímero, es decir en el vacío.


Al día de hoy podemos ver que la pandemia más grande en el mundo no es el Covid, ni la obesidad, sino la depresión y la ansiedad. 


Una sociedad que tiene toda la información del mundo en la palma de su mano con un iPhone, que puede comer lo que quiera, que puede beber, mirar y consumir cualquier cosa que se le ocurra. 


Sin embargo está siempre insatisfecha, un vacío que no puede llenar. Eso es el posmodernismo. 


Adultos que buscan ser infantes eternamente, que huyen de un compromiso familiar, y de tener un hijo, para así llenarse de placeres inmediatos y efímeros para poder sentirse realizados individualmente, aunque esto nunca suceda. 


El posmodernismo es individuo sobre comunidad.


La música se convirtió en producto de consumo, mientras que la mal llamada música culta, se aleja cada día más de la gente alienandose en la burbuja de la academia, que de igual manera han licuado cualquier estándar para convertir a la música en más ciencia que arte, bajo su manto de snobismo.


Si bien la religión organizada ya es trasnochada y caduca, no debemos confundir la espiritualidad con religión o con signos zodiacales. Sino a un conjunto de valores que dan perspectiva, sentido y valor, valga la redundancia, a la cultura en la que vivimos. 


Reapreciar los objetos, el arte y las relaciones personales y un retorno a las bases, nos puede ayudar a llenar el vacío. 


Sin embargo hay que tener en cuenta que las facilidades, la automatización de los procesos, como lo son cajeros de autopago o inteligencias artificiales, alimentarán esta tóxica comodidad si no sabemos cómo utilizarlos. 


Tú decides como alimentar tu espíritu, con McDonalds o con comida cocina por tu madre. 


















https://economipedia.com/definiciones/posmodernismo.html

Alfredo Marín García, 03 de mayo, 2021

Posmodernismo. economipedia.com


https://humanidades.com/posmodernismo/

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