La música comercial es la predominante en nuestro tiempo, sin embargo te has preguntado ¿Por qué la música comercial es como es? ¿Cómo llegamos a escuchar letras de nalgas y mujeres moviendo las mismas? Letras triviales, superficiales e incluso sin sentido.
Hoy vamos a hablar de la evolución y la entropía en la música.
Pero primero suscríbete a ArtCore Channel, dale like y activa la campanilla de notificaciones, esto nos ayuda mucho a seguir haciendo el contenido que a ti más te gusta.
Recuerda que puedes ser nuestro mecenas en Patreon, y así recibir contenido exclusivo.
Hoy presentamos: Música chatarra ¿Cómo llegamos a esto?
La música ha existido desde que la civilización humana ha existido, sin embargo sus funciones han cambiado a través de las necesidades de cada época.
El arte, en este caso la música, es una extensión del pensamiento del humano, por lo que al igual que un ser vivo, nacerá, se desarrollará, alcanzará su climax y luego poco a poco comenzará su decadencia hacia la vejez.
La música , por lo menos la occidental vió su florecimiento en el renacimiento Europeo.
El Renacimiento europeo fue un período histórico y cultural que tuvo lugar entre los siglos XIV y XVII, caracterizado por una intensa actividad artística, científica y cultural. Durante este periodo, se produjo un resurgimiento de interés por la antigua cultura griega y romana, lo que llevó a un redescubrimiento de la razón, la ciencia y la humanidad. Se dio un gran impulso a la exploración, la inventiva y la innovación, y se produjo una explosión de obras literarias, artísticas y arquitectónicas. El Renacimiento es considerado una época crucial en la historia europea, que preparó el terreno para la Ilustración y la Revolución científica.
El concepto de "bellas artes" tiene su origen en la antigua Grecia, donde se utilizaba para describir las artes que se consideraban superiores o nobles, es decir, aquellas que elevaban el espíritu humano y producían belleza. Esta idea fue posteriormente adoptada y desarrollada por la cultura renacentista en Europa, y ha evolucionado hasta nuestros días para incluir una amplia variedad de formas de arte, incluyendo la pintura, la escultura, la arquitectura, la música y el teatro.
El renacimiento al retomar valores de la antigua Grecia, así que el concepto de las bellas artes cobró mucha importancia.
En la música, en particular, se había visto una evolución en la tonalidad y la cantidad de notas que no solamente se utilizaban melódicamente, sino también armónicamente.
El unísono y la octava perfecta, que podríamos considerar lo mismo, se habían utilizado desde tiempos inmemoriales, para luego en el siglo XII aproximadamente incorporar la quinta perfecta y para el siglo XIV la tercera, lo cual sería el punto de partida par el desarrollo de lo que posteriormente se conocería como tonalidad.
La tonalidad es un sistema musical que se basa en una escala de siete sonidos y las relaciones que tienen estas notas con su nota tónica ya sea melódica o armónicamente.
El desarrollo y el estudio teórico de la música así como el desarrollo del lenguaje escrito musical, hizo que la música occidental alcanzara un nivel muy alto de complejidad y expresividad.
A finales de la edad media y el renacimiento tendríamos el nacimiento de la polifonía, que es una textura musical en la cual, como el nombre lo dice, varias melodías suenan al mismo tiempo.
Luego vendría la melodía acompañada, que hasta el día de hoy es la textura más común.
Las condiciones económicas, sociales y culturales de Europa, permitieron que las bellas artes florecieran en un terreno fértil, el mecenazgo permitió que jóvenes de capacidades fuera de serie pudieran desarrollar su potencial y crear grandes obras artísticas. Teniendo de ejemplo a Rafaelo, Miguel Angel, Leonardo y Donatello, y no, no nos referimos a las tortugas ninja, sino a los grandes artísticas renacentistas.
En la música tendríamos a Carlo Gesualdo y a Palestrina entre muchísimos más. Luego vendría el periodo barroco con uno de los más grandes genios de la humanidad, Johan Sebastian Bach, aunque también tenemos que mencionar a Händel.
Con cada década que pasaba el lenguaje musical occidental se consolidaba y se volvía cada vez más contundente. Luego vendría Haydn y el niño prodigio de Mozart en el clasicismo, para luego dar entrada a Beethoven, tal vez el músico más famoso de la historia, con el romanticismo que nacía junto con la caída de las monarquías absolutistas con la revolución francesa.
A este momento histórico lo podríamos catalogar como la cúspide de la música occidental, la tonalidad había alcanzado un desarrollo importantísimo junto con el estudio de los timbres por parte de la instrumentación y orquestación. La música era sumamente expresiva, de carácter muy personal por parte del autor y el dominio técnico de la composición y de la forma musical era tal, que no cualquiera podía llamarse compositor.
Después de Beethoven, tenemos muchísimos músicos fuera de serie, desde todos compositores de ópera italiana, el mismísimo Wagner con sus óperas llenas de cromatismos, los Strauss, Liszt, el romanticismo profundo de Chopin, etc. La lista es casi interminable, sin embargo entre más pasaban las décadas, lo que alguna vez fue un terreno muy fértil, se empezaba a erosionar, es decir, se buscaba innovar cada vez más de lo ya conocido, ya que los compositores no querían que su obra llegara a ser genérica al repetir las mismas fórmulas una y otra vez. Las sinfonías cada vez eran menos en cantidad, pero de mayor duración.
La instrumentación era cada vez mayor, las orquestas crecían y crecían debido a las necesidades expresivas de los compositores.
Para Mahler, se llegaron a utilizar más de mil músicos en escena, e incluso algunas de sus obras requieren dos juegos de timbales sinfónicos. La obra de Gustav Mahler es magnifica, sin embargo, estos ya eran síntomas de decadencia del sistema tonal.
A principios del siglo XX, los compositores sabían claramente que la tonalidad ya había sido muy explotada y explorada, así que buscando nuevos lenguajes surgió la segunda escuela de Viena, encabezada por Arnold Schönberg junto con sus alumnos Alban Berg y Anton Webern.
Ellos empezaron por no utilizar la tonalidad, en lo que se denominó como atonalidad. Schoenberg, más tarde desarrollaría el dodecafonismo, mientras otros compositores exploraban diferentes caminos para la innovación que se estaba viviendo en el siglo XX. Desgraciadamente muchos de estos experimentos no llegaron a cuajar con los grandes públicos.
La sociedad había cambiado y el capitalismo se abría camino en casi todo el mundo. Esto hizo que la música académica, se aislara del público, convirtiéndose más en una ciencia que en un arte. El purismo y el elitismo hizo que esta fuera música para un nicho de académicos en las escuelas de música que buscaban que su arte no fuera manchado por las masas.
Por otro lado, la música popular se empezaba a abrir camino en Estados Unidos. La música de los afroamericanos como el jazz y el blues, derivó en la creación del rock and roll, lo cual hizo que esta música, sumada a la nueva tecnología de grabación de audio, se convirtiera en un producto masivo.
La gente ya no necesitaba pertenecer a la burguesía para poder entrar a un concierto, o saber tocar un instrumento. Podía comprar un disco y disfrutar de la música en su propia casa. Esto cambió para siempre cómo la música sería escuchada.
Los capitalistas vieron que era tierra fértil para generar ganancias, así que invirtieron para crear una industria musical. Músicos populares empezaron a grabar su música para venderla.
Ahora la música no era visto solamente como arte, sino como un producto de consumo masivo. La música que se hacía no solamente respondía a las inquietudes artísticas del compositor, sino a las necesidades del mercado. La música ya no era compuesta, ahora era producida, como si de una fábrica en serie se hablara.
Con el nacimiento de la televisión la música volvió a tener una revolución, ya que ahora el artista no solamente era sonido, ahora era imagen. Podemos citar el caso de los Beatles que sus apariciones en televisión moldearon el cómo se consumiría la música, ya que ahora la música no se escucha, se consume.
Esas canciones ya tenían un rostro, y ese rostro debía de ser agradable a los ojos del consumidor. Elvis no solo debía de cantar bien, sino de lucir bien, e incluso de agregar como objeto de consumo, su sexualidad, al ser él atractivo para el sexo opuesto que con el feminismo, ahora también podría consumir.
No solamente eran artistas musicales, sino que tendrían que desarrollar una estética visual con la cual pudieran ser identificados fácilmente, lo que ahora le llamamos branding, es decir, la creación de una marca que debe ser consumida.
Esto daría pie para los llamados artistas plásticos, donde un grupo multidisciplinario se encargaría de producirles la música, producirles la imagen, incluso hasta lo que debían de contestar en una entrevista. La música ahora no es solamente música, sino un conjunto de elementos aspiracionales, que harían que el consumidor vea al artista como algo inalcanzable de manera idealizada y que busque aunque sea tener algo de ellos, en este caso un disco o un póster de ellos en la pared.
Ahora ya no son artistas, ahora son súper estrellas. Personajes manufacturados por agencias y discográficas para alcanzar grandes masas y generar ganancias.
Si bien todo esto no significa, que el ahora llamado producto musical, sea todo de mala calidad. Entre más acceso hubo a comodidades que el capitalismo daba a cierta parte de la población a costa de una gran mayoría. La capacidad de atención y frustración de la gente disminuyó.
Ahora la gente buscaría placeres inmediatos, aunque estos fueran efímeros, superficiales o triviales. Esto se tradujo en música con menor duración, melodías menos elaboradas, armonías más simples y textos más triviales.
Con la revolución sexual, y las luchas feministas por lograr su liberación sexual, el capital vió la gran oportunidad de lucrar con la sexualidad. Lo que por mucho tiempo se veía mal, ahora sería transgresor, revolucionario y con gran valor en el mercado.
El cuerpo de la mujer, lejos de lograr una revolución y liberación verdadera, se convirtió en objeto de consumo. Hustler y Playboy juraban ser parte de la liberación femenina, sin embargo, lo único que hicieron fue vender sexo de manera velada. A la prostitución la podemos denominar como trabajo sexual activo, ahora se podía vender el cuerpo en las páginas de una revista de manera pasiva, y de igual manera se podía vender el cuerpo junto con una canción pegajosa y un videoclip llamativo.
Esto no es ni bueno ni malo, no podemos hacer un juicio moral sobre esto, el trabajo sexual ha existido desde que la humanidad civilizada existe. El trabajo sexual es trabajo, y genera riqueza nos guste o no.
Ahora Madona vendería la imagen de su cuerpo y su virginidad para lograr un producto compuesto de su música, su sexualidad y aspiración.
Hoy en día exhibir el cuerpo es normal, y a veces hasta aclamado, aunque el look de muchas divas del pop y del reggaetón es cada vez más explícito y sexual. Tenemos el caso de Nicky Minaj, Dana Paola o Anita, donde el componente erótico no es solamente sugerente sino que es explícito.
Esto evidentemente multiplica la ganancia del capitalista, ya que es más fácil vender música cuando se atrae sexualmente al consumidor.
A esto le podemos sumar que ahora el arte no necesita una razón de ser, sino simplemente aparentar se bello. ¿Te has preguntado porque algunos artistas escogen ciertas imágenes para sus videoclips o portadas? Incluso sus letras no necesitan de una razón coherente para existir, mientras luzcan bien, está bien. En el arte clásico al analizar una obra podías ver que cada elemento en ella tenía una razón de ser, desde su color, composición o mensaje, tenía un objetivo muy bien pensado, no ocurría nada sin el consentimiento del artista. Ahora es más importante el estilo que la sustancia. La imagen es más importante que la razón.
La música y la comida.
Después de la pandemia que azotó el mundo hace poco, las secretarías de salud de casi todos los países instaron a la población a mantener una vida equilibrada, con alimentación saludable y ejercicio, ya que muchas de las muertes derivadas del virus fueron por complicaciones relacionadas con la obesidad. Incluso se llegó a decir que los alimentos ultraprocesados no son alimentos, sino productos ultraprocesados o productos chatarra.
Cuando extrapolamos esta situación a la musical nos damos cuenta que la música comercial actual, o canción gastronómica como la llamaba Umberto Ecco, no está hecha para satisfacer nuestras necesidades artísticas o espirituales, sino para ser consumida y causar una liberación rápida y fácil de dopamina. Se consume la canción y se desecha por otra nueva más digerible.
Dependiendo de las demandas de mercado, se produce la música que estudios de mercado indican que será la que más dinero podrá generar. Aunque es bien sabido que los mismos dueños de la industria son parte crucial en la creación de la estética que la gente debe de escuchar. Incluso podríamos dejar de considerar esta música como música, y más como un producto sonoro de consumo, destinado a llenar un vacío, que inmediatamente se sentirá insatisfecho.
En promedio se suben alrededor de 20 mil canciones diariamente a Spotify, lo cual hace que no valgan absolutamente nada, por la simple ley de la oferta y la demanda.
Cabe aclarar que no toda la música comercial o popular busca este camino fácil, hay artistas que buscan su realización a través de su música y a la vez buscan subsistir económicamente, sin embargo es difícil que logren llegar a ser los artistas mainstream del momento.
De vez en cuando no está mal comer McDonald’s sin embargo cuando, las hamburguesas o la Coca Cola se vuelven parte de la vida diaria de una persona, terminan por enfermarla e incluso matándola.
En la música el efecto no es tan catastrófico fisicamente, sin embargo es un reflejo de nuestra sociedad actual de vacío y espectáculo que solo busca anestesiar a la gente con placeres inmediatos y que al desaparecer sumen al individuo en una depresión y ansiedad constante por el poco valor y significado de su vida y que no encuentran en el arte de hoy en día.
No es coincidencia que seamos una generación que tiene toda la música del mundo en la palma de la mano pero a la vez no sepamos que escuchar y terminemos escuchando a Bad Bunny, Rosalía o Shakira, para que luego de un par de años sean reemplazados por un producto aun más básico y ultra procesado.
Uno decide cómo nutrirse, y habrá que escoger el camino difícil en busca de una profundidad mayor en el arte y no de sonrisa fácil. El arte da sentido a la vida de mucha gente, nos llena de esperanza, de energía y nos motiva a seguir adelante.
“Es feo en el arte lo que es falso, lo que es artificial, lo que pretende ser bonito y precioso, lo que sonríe sin motivo, lo que amanera sin razón, lo que se arquea o endereza sin causa, todo lo que carece de alma y verdad, todo lo que no es más que alarde de hermosura y y de gracia, todo lo que miente”
¿Qué opinas? ¡Déjanos saberlo en los comentarios y recuerda suscribir para que sigas aprendiendo de Arte Cultura e historia con ArtCore Channel.
Te recomendamos que te suscribas para que sigas aprendiendo de arte, cultura e historia. Recuerda que es gratis, podrás ver cientos de videos, así que ve por tus palomitas y siéntate a disfrutar con nosotros. Puedes ser nuestro mecenas y donar algo. Activa la campanita de notificaciones. Te agradecemos tu visita y tus comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario